El cannabis no podía prohibirse sin decir por qué, y entonces un montón de mitos comenzaron a proliferar. ¿Cuál es la verdad atrás de las creencias más comunes sobre la marihuana?
El prohibicionismo del cannabis puede tener causas históricas, ideológicas y económicas, pero tiene también un sustento teórico que, en muchos casos, se apoya en datos falsos o manipulación de estadísticas para justificarse. A continuación, algunos de los mitos más comunes sobre la marihuana que, a pesar de las evidencias, siguen dando vueltas.
1. LA MARIHUANA ES UN PUENTE HACIA OTRAS DROGAS
Uno de los mitos más comunes, utilizado constantemente para justificar la prohibición, en general cuando no se puede sostener mediante otros argumentos. Lo cierto es que no hay ninguna evidencia que lo pruebe, y los datos de hecho demuestran que la mayoría de los consumidores de cannabis nunca pasan a consumir otras drogas. Es cierto que es común que quienes usen drogas como LSD o heroína hayan consumido o consuman cannabis, pero esto no es cierto para lo inverso. Cuando se compara la cantidad de usuarios de cannabis con la cantidad de usuarios de otras drogas, los números mismos permiten inferir que no hay relación entre una cosa y otra. Por ejemplo, en Europa hay 16,6 millones de personas entre 15 y 34 años que han fumado marihuana en el último año, mientras que solo ha habido cerca de 900 mil consumidores de heroína.
2. LA MARIHUANA ES ADICTIVA
Si hablamos de adicción física, producida por algún componente químico de la planta de cannabis, entonces no hay ninguna. En verdad la adicción que puede producirse es completamente psíquica, y esta afecta aproximadamente al 10% de los fumadores. Sin embargo, no puede afirmarse que porque esta adicción se produzca la marihuana sea adictiva, ya que la gente que puede volverse adicta a fumar cannabis estaría igualmente predispuesta a volverse adicta a los videojuegos, a la internet, o incluso al trabajo. De acuerdo a estadísticas, entre un 5 y un 10% de las personas en países desarrollados es adicta al trabajo, y nadie anda por ahí diciendo que trabajar es peligroso porque es adictivo.
3. LA MARIHUANA ES CANCERÍGENA
Decir que la marihuana es cancerígena de por sí es engañoso, sin embargo, el humo al fumarla, lo mismo que el del tabaco, contiene cancerígenos. Sin embargo, existen otras maneras de consumir marihuana que no tienen riesgo alguno, por ejemplo, ingiriéndola (en general en forma de Brownies o algún otro producto similar). Además, el consumidor típico de cannabis fuma mucho menos que un consumidor de tabaco, por lo que es difícil que incluso un fumador intenso tenga problemas. En 2006 un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles concluyó que incluso el uso intensivo no produce riesgo de cáncer. Este estudio, y otros realizados, sugieren incluso que el cannabis puede inhibir el crecimiento de tumores cancerosos. Esto no quiere decir que el humo sea inofensivo, ya que aumenta el riesgo de bronquitis y otras afecciones respiratorias.
4. LA MARIHUANA ES MALA PARA MEMORIA
¿De qué hablábamos? Ah, sí, del cannabis y su efecto en la memoria. Bueno, por un lado, sí, el consumo de marihuana interviene en los procesos que implican uso de la memoria, por lo que afecta la memoria a corto plazo y dificulta la formación de nuevos recuerdos. Ahora, aquí viene la trampa que muchos no dicen: esto sucede solamente durante el consumo. No hay ninguna prueba de que afecte la memoria a largo plazo, y la memoria a corto plazo sólo es afectada durante el momento de intoxicación, y no una vez que el efecto ha pasado. Algunos estudios han demostrado que quienes consumen cannabis frecuentemente pueden tener mayor dificultad para retener información, pero este efecto desaparece si la persona se abstiene por más de 3 meses de consumir marihuana.
5. LA MARIHUANA CONDUCE AL CRIMEN
Un mito famoso es que fumar marihuana conduce a comportamientos criminales. Por otro lado, también hay otro que dice que produce apatía y desgano. Si estás apático y desganado, entonces quizás una vida de crimen no sea lo tuyo, sino más bien estar echado viendo una serie y comiendo patatas fritas. Poneos de acuerdo. Hay mucho de componente ideológico en afirmar que el cannabis lleva a ser un delincuente, y si bien es cierto que una gran proporción de criminales lo consumen, eso no quiere decir de ninguna manera que sea la causa. Incluso está probado que, a diferencia del alcohol, el cannabis no aumenta la agresividad, por lo que es difícil relacionarlo a crímenes violentos.